domingo, 30 de octubre de 2016

Ciberdilemas

La clase de Etnografía Virtual del lunes pasado, a decir verdad, estuvo un poco ajetreada. Comenzamos antes de lo habitual, leyendo el blog de un compañero de Comunicación Social y Periodismo, sobre los memes. Me pareció uno de los mejores blogs que hemos leído, con un ritmo muy chévere de leer y muchos ejemplos divertidos que ilustraban la excelente explicación que dio. Creo que si alguno de nosotros, o cualquier otra persona externa a la clase quiere aprender sobre los memes, el la entrada en el blog de William sobre este tema sería una grandiosa lectura para saber lo básico.

Luego de esto, aprendimos varios temas de las exposiciones de nuestros compañeros. La primero exposición fue sobre los piratas informáticos o Cybherpunks, quienes se dedican a generar terrorismo cibernético por medio de destruir, cambiar y robar información. Un ejemplo que pusieron nuestros compañeros expositores, y que me ayudó muchísimo a comprender este tema, fue el de WikiLeaks, creado por el periodista Julian Assange con el fin de sacar a la luz pública  las mentiras que los gobiernos ocultan. En el 2010, el soldado Bradley Manning filtró a WikiLeaks miles de documentos clasificados acerca de las guerras de Afganistán e Irak.

Pero, lamentablemente, las filtraciones no fueron sólo por parte del soldado Manning, sino también participaron otras organizaciones periodísticas de gran relevancia para el mundo. Este hecho fue un escandalo mundial, ya que se daba cuenta de datos, cifras, planes y hechos inextricables para toda la población de todos los países del globo terráqueo. Lo  anterior nos da paso a pensar en el temible hecho de que a mayor información, hay mayor vigilancia. La vigilancia masiva, es a lo que algunos gobiernos se dedican para controlar y espiar absolutamente todos los movimientos que las personas hacemos en la web, convirtiéndonos a todos en potenciales terroristas –o criminales. En este punto, cabe reflexionar en que Internet fue inventado como un método militar y sigue siendo usado como tal. No cabe duda alguna de ello.

Estamos siendo vigilados arbitrariamente y sin autorización personal por quién sabe qué persona en cuál parte del mundo. Lo inquietante de esta situación es que nadie puede negar que se ha sentido tentado por el dilema de que esta vigilancia es necesaria para nuestra seguridad y para la de nuestros países, siendo al mismo tiempo, una irrupción ilegal a nuestra intimidad y privacidad. Con respecto a esto, nuestros expositores nos enseñaron  algunas leyes de protección al contenido de la Web, como la ley implementada en Estados Unidos, Stop Online Piracy Act, mejor conocida como SOPA, para ampliar las capacidades de los propietarios de los derechos intelectuales para combatir el tráfico de contenidos en internet y productos protegidos por derechos de autor o propiedad intelectual. Esta ley, de haber sido aprobada, hubiera tenido grandes efectos tanto buenos como malos, depende del punto de vista del que se mire. Por un lado, hubiera protegido, a toda costa y sin ninguna democracia, los derechos de autor, persiguiendo y penalizando  los usuarios que vean en línea o descarguen contenidos protegidos por copyright.  Por ejemplo, si un amigo sube un video de la fiesta de su cumpleaños, en donde baila La Bicicleta de Shakira  y Carlos Vives a Facebook, estaría infringiendo la norma y sería penalizado no sólo personalmente, sino que la red social, sería censurada.

Entonces, por un lado, esta iniciativa defendía los derechos de autor, pero sería un  enemigo inminente para redes sociales o simples plataformas de internet. Mientras nuestros expositores explicaban lo anterior, recordé que el profesor de Lenguaje Audiovisual nos decía muy seguido que ahora las barreras no existen y que no hay ninguna idea original; que todo es de todos y que aunque a uno- como realizador-  le de rabia que la producción que ha creado con el sudor de su frente sea vista de manera ilegal, no hay nada que hacer y que, en últimas, es como estar buscando una aguja en un pajar: peleando contra todo un sistema, una tecnología y una cultura mundial, como es la internet.

De todas maneras, el altercado no solo se ha dado en Estados Unidos, sino que en otros países como España (con la Ley de Economía Sostenible o Ley Sinde) y México (con la ley Doring) también se ha levantado la discusión acerca de la protección de derechos de autor y la perjudicalización de la internet si esto sucediera. En el caso de Colombia, la Ley Lleras “no va en contra de los usuarios, sino contra los piratas que venden, publican y ponen a disposición ilegalmente, a fines de comercialización, obras protegidas sin autorización”. Sin embargo, en el país,  este proyecto de ley no tuvo éxito alguno, al ser rechazado por absolutamente todos los habitantes de éste.

A manera de conclusión, quisiera decir que es realmente miedoso esto de internet y todo el control que por este medio se ejerce sobre todos nosotros. Pero es más miedoso aún que estemos tan acostumbrados a él, y que a pesar de que en esta clase hayamos aprendido tanto sobre los malos manejos que se le pueden dar, sigamos tan aferrados, hasta el punto de considerarlo como algo transcendental  para nuestra vida y comunicación. ¿Estamos siendo marionetas a placer?


Definitivamente, internet no es bueno ni malo, según el uso que le demos… soldado advertido, no muere en guerra.

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