lunes, 1 de agosto de 2016

Semana 1

En el primer día de clase de mi quinto semestre de Comunicación Audiovisual y Multimedios, asistí a la asignatura Etnografía Virtual, la cual dio comienzo alrededor de las 8:15 a.m.. Faltando cinco para las 8:00, ingresé al salón, el cual ya se encontraba casi completamente lleno. Lo primero que vi desde unos metros afuera de la puerta, fue al profesor: un hombre robusto, con una camisa blanca de cuadros azules y un jean oscuro, que estaba sentado trabajando en su computador. En su rostro llevaba unas gafas blancas con patas rojas que cubrían sus ojos pequeños y una barba corta, bien arreglada. Finalmente, se paró del escritorio y dio comienzo a la clase.

Primero, muy amablemente, nos saludó a todos y, de forma breve nos expuso su hoja de vida. Nos contó que era comunicador social (colega de muchos de los que estábamos allí) y que tenía mucha experiencia en el área de la docencia, ya que era profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, otra universidad que ahora no recuerdo el nombre y, por supuesto, la Universidad de La Sabana. Luego, nos preguntó si todos estudiábamos Comunicación o si alguien era de otras carreras, a lo que unas 4 o 5 personas, aproximadamente, levantaron la mano y dijeron que eran estudiantes de Ingeniería Química de diferentes semestres. No supimos su nombre hasta que lo escribió en el tablero con una letra pequeña y en marcador verde, junto a su correo y su Twitter.
Por todo lo que habló en esas primeras 2 horas, se nota que es una persona alegre y divertida, que está conforma con lo que hace, pero que a la vez es seria y responsable en sus labores. Sabe mucho de su área y de otras que no le pertenecen (como la psicología), y que se preocupa porque sus estudiantes aprendan lo más posible desde el primer momento y los invita a escribir con buena ortografía, independientemente de su profesión. Para esto último, nos mostró como ejemplo un fragmento de un trabajo escaneado de un alumno de la Javeriana que estaba lleno de correcciones en esfero negro y resaltador: el muchacho escribía terrible y se notaba que no lo había realizado con el mejor empeño, gusto y, tal vez, a último minuto. Luego de este espantoso ejemplo, nos recordó de un profesor que renunció a su cátedra porque sus alumnos no escriben bien, mostrándonos la noticia de El Tiempo.com.
Afortunadamente, nos  dijo que él no iba a renunciar, “que iba a dar la lucha”, y que por eso teníamos que entregar un documento, de mil doscientas palabras, describiendo la clase anterior, cada semana.

Ahora era nuestro turno de presentarnos. La verdad, estaba un poco incómoda porque no me gusta mucho hablar en público y mucho menos frente a personas desconocidas. Afortunadamente, el profesor dispuso de una actividad muy interesante e innovadora para esto, que consistía en dibujar, en una hoja en blanco, un objeto inanimado que nos representara. Luego de tres minutos, pasó por cada uno de los puestos recogiendo las hojas y las repartió nuevamente, dejando nuestros dibujos en manos de otros estudiantes, al azar. Basados en los dibujos de nuestros compañeros, debíamos escribir qué clase de persona pensábamos que era. Luego de otros tres minutos, el profesor volvió a recoger las hojas y se dispuso a leer algunas de ellas. Entre los dibujos que más recuerdo, salieron balones de fútbol, libros y lápices, cámaras, micrófonos y audífonos. La actividad fue muy interesante porque, con esto, logramos romper un poco el hielo, la tensión del primer día de una clase que todo el mundo puede meter y que nadie sabe de qué trata o si va a queda sólo, o acompañado de algún amigo. También fue explicando algunos “tips” de qué es la Etnografía Virtual, cómo se puede leer y analizar a una persona a través de sus trazos, tipo de letra o la porción de la hoja que utiliza para dibujar. A medida que se presentaban los alumnos escogidos al sacar una hoja al azar, el profesor les iba preguntando de qué programa eran, en qué semestre estaban y si sabían algo de lo que era la Etnografía, si habían escuchado algo de la materia por el voz a voz. Se presentaron unas diez personas, o menos, quienes dijeron que no sabían nada de la Etnografía y también que no habían escuchado nada de la clase.

Gracias a esta actividad, supimos que en la clase hay 2 estudiantes de primer semestre, uno de Comunicación Audiovisual y Multimedios y el otro de Comunicación Social y Periodismo.

Al finalizar dicha actividad tan amena, el profesor Juan Sebastián Cobos nos presentó rápidamente el plan de estudios que tendremos para la materia a lo largo del semestre. Nos explicó por medio de la Pirámide del Aprendizaje de Edgar Dale que quiere que las clases sean interactivas y que todos participemos mucho, porque de esa manera activa es como uno realmente puede aprender, y que el estudiante tiene un 90% de posibilidad de recordar lo que aprendió si participa, debate y opina. Luego nos enseñó los objetivos que un profesor tiene para sus estudiantes por medio de la Taxonomía de Bloom para el siglo XXI y en las Habilidades de Pensamiento de Orden Superior,  que se basan en hacer primero que el estudiante recuerde, luego entienda, después aplique, analice, evalúe y, por último, llegue finalmente a crear.  

Acto seguido, el profesor nos explicó las reglas de clase y nos preguntó quienes tenían cuenta en Twitter y quienes no. La mayoría levantaron la mano a que sí tenían y sólo alrededor de seis personas dijeron que no. A esas personas les recomendó abrir una, ya que sería fundamental para la asignatura. Nos recomendó también que debíamos tener computador, preferiblemente propio, porque los equipos que la Universidad facilita pueden ser lentos y no funcionar de una manera adecuada; porque manejaríamos mucho las redes sociales y el internet. También nos dejó rotundamente prohibido ingresar a alguien que no fuera de la clase. Nos presentó el blog que tiene la asignatura (etnografíavirtualsabana.blogspot.com.co) en dónde se encuentran todas las lecturas que debemos realizar a lo largo del semestre y de una vez nos informó de la tarea para dentro de ocho días: leer las tres primeras lecturas, o por lo menos dos de ellas,  advirtiéndonos que de esas lecturas será el parcial.

Para leer, nos aconsejó la técnica OFP, que consiste no sólo en subrayar una oración, sino también en escribir un comentario y una palabra clave por cada párrafo. Nos dijo que esta técnica nos ayudará a comprender mucho mejor los temas sobre los que estamos leyendo y, así mismo, un mejor proceso de aprendizaje.  

A  las 9:50 de la mañana, aproximadamente, repartió las hojas con los dibujos de los objetos inanimados que representaran a cada uno de las personas que, por falta de tiempo, no alcanzaron a presentarse en la actividad que habíamos realizado unos minutos antes, nos dio la bienvenida a la asignatura de Etnografía Virtual y nos dejó salir.


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